Cuidados del Sistema Respiratorio: 10 Reglas y Consejos.
Los cuidados del sistema respiratorio son tan importantes para el ser humano como todos aquellos que se le puedan brindar a otros órganos del cuerpo. La salud respiratoria es de vital importancia, puesto que a través de este proceso el cuerpo recibe el oxígeno que necesita para subsistir.
Cada uno de los tejidos que conforman los órganos requieren de la cantidad adecuada de oxígeno para funcionar correctamente, y la falta parcial o total de éste puede llegar a ser fatal.
El sistema respiratorio humano está formado por la nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios y pulmones. Cuando alguno de estos órganos falla o presenta algún tipo de alteración, estamos en presencia de una enfermedad respiratoria.
Estas dolencias pueden ser de carácter temporal, originadas por alergias a algún elemento en específico o de tipo crónico, es decir, permanente.
Enfermedades como asma, tos, inflamaciones de las vías aéreas, neumonía, entre otras, son bastante comunes hoy en día.
Ciertos factores como la contaminación ambiental, irritantes, enfermedades infecciosas y condiciones hereditarias influyen en el desarrollo de problemas respiratorios, afectando con mayor frecuencia los pulmones.
Para gozar de una buena salud respiratoria es necesario seguir una serie de reglas y consejos que permitirán, entre otras cosas, filtrar las toxinas presentes en el ambiente.
10 consejos para cuidar la salud del sistema respiratorio
1- Hacer ejercicio regularmente
La actividad física constante es beneficiosa para la salud general del cuerpo. En especial, los ejercicios aeróbicos dejan excelentes ventajas en cuanto a la capacidad pulmonar, tanto en personas sanas como en aquellas que tienen algún tipo de afección respiratoria.
Sin embargo, estas últimas deben tomar ciertas precauciones antes de realizar ejercicio físico:
- Si el ejercicio se va a realizar al aire libre, se debe buscar un área con poca o ninguna contaminación, es decir, lugares donde no haya humos o emanaciones dañinas.
- Las personas alérgicas deben evitar ejercitarse en lugares o estaciones del año en las que estén presentes aquellos elementos causantes de la alergia.
El simple hecho de caminar más rápido de lo usual puede traer grandes mejoras. Incluso, estudios médicos indican que las personas que caminan más y más rápido viven más tiempo.
Esta es una buena noticia para las personas que no pueden ejercitarse de una forma más intensa, pues con un simple cambio en la rutina diaria, están en capacidad de mejorar su respiración y su salud en general.
Otro ejercicio importante son los abdominales. Hacer de 10 a 20 al día será suficiente para fortalecer los músculos de la zona media, los cuales permiten inspirar y espirar el aire.
2- Incluir alimentos ricos en Omega-3 en la dieta
Los pescados grasos, en especial, aportan cantidades suficientes del ácido graso Omega-3. Esta sustancia proporciona numerosos beneficios a la salud; uno de ellos es que ayuda con la dificultad para respirar así como otros síntomas del asma, ya que el omega-3 reduce la inflamación.
Pero no sólo el pescado contiene este ácido graso esencial, sino que también podemos encontrarlo en las nueces, algunos vegetales y frutas también.
Entre los alimentos recomendados se encuentran los siguientes:
- Ostras, caviar.
- Pescados como: atún, salmón, sardinas, arenque, etc.
- Semillas de chía, mostaza.
- Mantequilla de maní.
- Germen de trigo.
- Aceite de oliva.
- Palomitas de maíz.
3- Evitar el cigarrillo
Fumar cigarrillos ocasiona daños a los pulmones y vías respiratorias porque causa inflamación, además de acelerar la oxidación de las células respiratorias e incluso aniquilándolas de manera definitiva.
Enfermedades graves como el enfisema, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquitis crónica y cáncer de pulmón son daños potenciales del cigarrillo, el cual contiene más de 4.000 sustancias tóxicas que disminuyen la capacidad pulmonar.
También es importante evitar inhalar el humo de otros fumadores, pues se ha demostrado que la exposición al humo de los fumadores pasivos está relacionada con enfermedades respiratorias crónicas como la bronquitis.
Aunque las personas que fuman ya tienen un daño respiratorio importante, es posible, al dejar el hábito, que recuperen la salud de sus pulmones.
4- Mantenerse hidratado
La ingesta suficiente de agua le da a las mucosidades de las vías respiratorias y pulmones una consistencia más delgada. Si éstas son muy gruesas, se vuelven pegajosas y hacen más difícil la respiración y aumentan las posibilidades de adquirir enfermedades.
Por otro lado, al no obtener la hidratación suficiente, los pulmones se dilatan para compensar la deficiencia de agua, por lo que trabajan más y se hacen más débiles.
La cantidad recomendada es de 6 a 8 vasos de agua diarios, cantidad que permite expulsar las toxinas del sistema respiratorio, además de prevenir la formación de moco.
5- Mantener una buena limpieza del equipo de aire acondicionado
El correcto mantenimiento de los equipos de aire acondicionado es un tema de peso en cuanto a la salud de las vías respiratorias.
Si los ductos, filtros y demás componentes por donde pasa el aire están sucios, la exposición a bacterias, humedad y alérgenos es mayor y puede generar afecciones como la Enfermedad del Legionario, caracterizada por dificultades para respirar y fiebre.
Por lo tanto, es necesario seguir una rutina de mantenimiento periódico para evitar la proliferación de bacterias, hongos y gérmenes que se esparcen por el aire.
6- Identificar y evitar los alérgenos
Con frecuencia el polen, el moho, los ácaros y el polvo son los causantes de las alergias en las personas, sobre todo de aquellas relacionadas con el sistema respiratorio.
Saber cuáles de estos factores es el que desencadena la reacción es el primer paso para poder evitarlo. Un visita al médico y los análisis indicados serán suficientes para identificar la causa de la alergia.
Sin embargo, aun cuando no se conoce la causa exacta, se pueden seguir algunas recomendaciones generales como estas:
- Aspirar o barrer los pisos diariamente para evitar la acumulación de polvo.
- Quitar el polvo de todas las superficies (mesas, bibliotecas, escritorios, etc.) con frecuencia.
- Evitar en lo posible el uso de alfombras. De no ser factible, aspirar el polvo periódicamente y usar productos especiales para limpieza de alfombras.
- Usar una mascarilla que cubra la nariz y la boca al realizar la limpieza.
- Es recomendable adquirir cobertores hipo alergénicos para las camas, al igual que las fundas de las almohadas. También es importante cambiar la ropa de cama semanalmente.
- Utilizar un humidificador de aire. Este aparato adiciona un poco de humedad al aire de la casa y es útil cuando éste es normalmente seco, causando tos y molestias en la garganta.
7- Tener una excelente higiene personal
Enfermedades cono el resfriado y la neumonía se transmiten debido a la falta de higiene o una forma inadecuada de lavarse las manos, puesto que las bacterias y virus están presentes en distintas superficies.
Una buena higiene puede entonces reducir el riesgo de transmisión de una enfermedad respiratoria causada por virus, especialmente antes de comer, luego de ir al baño, después de estornudar, toser o usar el transporte público, entre otras situaciones.
Hoy en día existen en el mercado productos para la higiene de las manos que contienen anti-bacteriales que ayudan en gran medida a mantenerlas libres de gérmenes y otros factores infecciosos.
La limpieza de ciertos equipos como teléfonos, teclados y otros dispositivos de uso diario también es una necesidad, tanto en el hogar como en el lugar de trabajo.
8- Comer más frutas y vegetales
Este es un consejo que aporta beneficios a la salud en general, ya que el consumo de frutas y vegetales ricos en antioxidantes ayuda a mejorar la capacidad del sistema inmune de proteger al organismo de enfermedades e infecciones.
Las personas que sufren enfermedades crónicas como el asma obtienen importantes mejoras al consumir una mayor cantidad de frutas, sobre todo de aquellas que contienen vitamina C como los cítricos, vegetales verdes, pimientos, entre otros.
Esto es porque los antioxidantes presentes en ellos ayudan a aliviar la inflamación de las vías respiratorias.
Además, un estudio demostró que la vitamina E, el selenio y el beta caroteno, elementos presentes tanto en frutas como en vegetales, mejoraron la función pulmonar incluso en fumadores.
9- Mantener un peso corporal adecuado
El exceso de peso hace que los pulmones estén más presionados, por lo que todos los músculos de la respiración se comprimen y en consecuencia trabajan más y con menor eficiencia.
Seguir una dieta baja en grasas, rica en nutrientes y hacer ejercicio periódico ayuda a mantener un peso corporal apropiado.
En caso de ser necesario perder esos kilos de más, un plan de alimentación y ejercicio más específicos será la solución para alcanzar un peso saludable.
10- Hacer ejercicios respiratorios
Respirar a través de un popote puede ayudar a mejorar la capacidad pulmonar. Tomar aire profunda y prolongadamente envía oxígeno hacia el fondo de los pulmones, lo cual mejora la función pulmonar además de ser una excelente fuente de relajación.
Las técnicas de respiración empleadas en el yoga son también muy beneficiosas. Controlar la respiración de manera correcta durante el ejercicio es de gran ayuda para aumentar la capacidad respiratoria y fortalecer los pulmones.
Siguiendo estos consejos, no sólo es posible mejorar la salud respiratoria al reducir los síntomas de ciertas afecciones y prevenir daños, sino también la salud de todo el cuerpo.
Linkografía.
- 8 Ways to Improve Your Respiratory System Health. Recuperado de: drmikediet.com.
- 9 tips to improve respiratory health. Recuperado de: yeallowpages.ca.
- Cooper, K. (2013). Livestrong: How to Keep the Respiratory System Healthy. Recuperado de: livestrong.com.
- How to keep the respiratory system healthy – 23 proven tips. Recuperado de: vkool.com.
- Respiratory system. Recuperado de: betterhealth.vic.gov.au.
- Respiratory system. Recuperado de: healthdirect.gov.au.
- Zimmermann, A. (2016). Live Science: Respiratory System: Facts, Function and Diseases. Recuperado de: livescience.com.
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